El hedonismo hace referencia a un grupo de teorías en las que el placer juega un papel central. Por su parte, el hedonismo psicológico o motivacional asegura que el comportamiento humano se encuentra determinado por los deseos de aumentar el placer y disminuir el dolor. Es decir, el placer se entiende como un estilo de vida, como bien supremo, finalidad y fundamento de la vida moral.
En la filosofía de BIG, no obstante, el concepto aparece aliado al término sostenibilidad, formando una de las bases del propósito de la empresa Think Big, la cual abarca proyectos que tienen una preocupación social, pero que tienen como principal objetivo la diversión.
Siguiendo los principios de este razonamiento, la oficina desarrolla la infraestructura teniendo como principal objetivo la felicidad y el bienestar de sus usuarios. Ya junto a los preceptos de la sostenibilidad, el hedonismo en la arquitectura se materializa en proyectos que no dañan a nuestro al planeta, al fin y al cabo, de acuerdo con el propio Bjarke Angles, no hay nada bueno en contaminar los océanos hasta el punto de no poder nadar en ellos. El hedonismo, por tanto, se puede resumir en que es: disfrutar de la vida, pasear por la ciudad en bicicleta, en lugar de quedarse atrapado en un atasco dentro de un coche.
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Arquitectura hedonista
En la práctica, el concepto se desarrolló por primera vez mientras la oficina trabajaba en los baños del puerto de Copenhague, cuando la demanda de un puerto limpio y seguro y de acceso al agua demostró ser no sólo una necesidad ambiental, sino también una ventaja en la calidad de vida de la población en general de Copenhague.
No obstante, este fue sólo el primer proyecto de muchos que surgieron bajo el mismo paraguas. Entre ellos sobresale la Casa 8, un edificio de uso mixto de 61 mil m² en forma de ave que ofrece un recorrido público continuo, desde el nivel de la calle hasta la cubierta, por el que se puede circular en bicicleta por el casas y sus jardines desde el piso hasta la cima.
Un claro ejemplo de lo que es sostenibilidad hedonista es cuando una ciudad sostenible no sólo es mejor para el medio ambiente, sino también más agradable para la vida de sus ciudadanos.
El fundador de BIG lo reconoce como un ejemplo del poder que tiene la arquitectura para cambiar el mundo, para dar forma al futuro en el que queremos vivir. El proyecto dicta otras reglas, mediante las cuales las nuevas generaciones no recordarán que hubo un tiempo en el que no era posible esquiar sobre el tejado de una central eléctrica ni trepar por sus fachadas.
De esta manera, el concepto de sostenibilidad hedonista anima a los arquitectos a ir más allá de las regulaciones, mostrando que, en sitio de transformar cualquier proyecto en un dilema político o moral, deben centrarse en el estilo de vida que tendrán los usuarios en la obra construida, materializando de forma en el que poder encontrar lo que desean, ya sea a través de experiencias placenteras, calidad de vida o valorando aspectos sociales.
Arquitectura bio
Ya que hemos entendido la arquitectura sustentable como un conjunto de bienestar social, económico y ambiental, podemos separar ese concepto de la arquitectura que es 100 por ciento ecológica o natural. Aquí es en donde entra el concepto de la creciente popular bio-arquitectura, la cual busca imitar a la naturaleza para integrarse de mejor manera a ella e incluso tener una huella positiva en el ecosistema que la recibe.
Por medio de los avances tecnológicos se busca reproducir materiales orgánicos y técnicas de construcción que se producen en la naturaleza. De esta manera, se abandonan los materiales tradicionales sintéticos para buscar aquellos que tienen una relación directa con su entorno natural.